CAPITULO 2
ERA PROTEROZOICA: (PRECÁMBRICO, 3.000 millones de años).
Esta porción del territorio argentino estaba integrada por un gran macizo continental sudamericano. Fracturado, dislocado y hundido fue la base en que se apoyaron los sedimentos posteriores, el basamento cristalino de la llanura pampeana, al igual que otras zonas de argentina. Un fiel reflejo de este macizo, aflora en el sistema de Tandilia y otros diversos lugares del territorio. En su constitución prevalecen las rocas precámbricas: granitos, gneises, cuarcitas y pizarras. Dentro del sistema de Tandilia, que abarca a nuestra ciudad, hay rastros del plegamiento hurónico, contemporáneo del que afectó los escudos báltico y canádico de Europa y América del Norte, respectivamente.
ERA PALEOZOICA: (CÁMBRICO,
340 millones de años).
El macizo continental precámbrico se divide en dos:
Brasilia al norte y Patagonia al sur, separados por un geosinclinal (depresión
de la corteza terrestre) en el que se fueron acumulando sedimentos de las eras
geológicas posteriores y que ocupa además, nuestro actual sistema de la
Ventania.
ERA MESOZOICA: (JURÁSICO, 110 millones de años).
En esta era, los materiales
producidos por la activa erosión, se acumularon en grandes cantidades de
sedimentos que rellenaron las profundas depresiones de la era anterior.
ERA CENOZOICA: (PLIOCENO, 60 millones de años).
Los sedimentos de esta era cubren
áreas extensas y además se produjo el ascenso y descenso de todo el relieve
preexistente. En términos generales, desde esta era, el relieve no solo de
nuestra zona, sino de todo el país, toma ya sus rasgos definitivos.
ERA ANTROPOZOICA: (HOLOCENO, 1 millón de años).
La erosión de las altas montañas
recién formadas, determina que nuevas capas sedimentarias se extiendan por todo
el país, particularmente por la llanura pampeana. Es en este período que
aparece el hombre. Las inscripciones halladas en cuevas de las sierras de
Tandilia, provienen del primitivo hombre americano. Nuestro sistema de Tandilia,
es de estructura precámbrica y surge del seno de la llanura al noreste de
Ventania; en ella aflora el escudo de Brasilia con rocas plegadas por la orogénesis
hurónica.
SISTEMA DE TANDILIA:
Este sistema orográfico, se extiende en la provincia de Buenos
Aires, desde las inmediaciones del arroyo Las Flores (afluente del río Salado),
Los Cerrillos (Bolívar) hasta Cabo Corrientes y Punta Mogotes, donde su hunde
en el Atlántico, a lo largo de 340 kilómetros en sentido noroeste-sudeste, con
un ancho máximo de 63 kilómetros en su parte central y una altura máxima de
524 metros. Ocupa en conjunto una superficie de 12.314 km2., extensión que está
separada por abras que motivan la formación de distintos grupos. Son sierras
bajas que forman grupos aislados por llanuras muy amplias. Las sierras están
constituidas por granito y caliza y presentan formas redondeadas y cuyas cumbres
son achatadas. Entre los relieves que se encuentran en nuestro sistema se
destacan: el cerro La Juanita, de 524 metros (el de mayor altura), las Sierras
de Valdés, del Acha (192 mts.), la Peregrina (231,5 mts.), de los Padres (150
mts.). Las mismas van perdiendo altura desde el Oeste hacia el Este, tomando la
forma de lomas que terminan en Punta Mogotes, Punta Cantera, Cabo Corrientes,
Punta Piedras, Punta Iglesia. Estas sierras como las puntas rocosas, están
constituidas por rocas cuarcitas de gran antigüedad y son muy apreciadas en la
industria de la construcción, por la gran cantidad de canteras existentes. La
altura máxima de la ciudad de Mar del Plata, es de 48,3 mts. sobre el nivel del
mar. Como se explica anteriormente, los sedimentos de las distintas eras
rellenaron las depresiones y generaron un relieve suavemente ondulado que tiende
a nivelarse. La costa presenta acantilados, playas areniscas y rocas. Los
acantilados están constituidos por sedimentos limoloesicos y se localizan al
sur y al norte de la ciudad y su retroceso se origina por erosión. Las playas
se han formado naturalmente entre las puntas rocosas. El perímetro de playa del
partido es de 46,5 km., con interrupciones dadas por Punta Iglesias, Punta
Cantera, Cabo Corrientes, Punta Mogotes y Barranca de los Lobos. Cabo Corrientes
es el punto continental más saliente de Argentina en el océano Atlántico.
ABRASIÓN:
Es la erosión causada en las costas marplatenses por el oleaje marino. Las costas de abrasión, tanto de sedimentos móviles (arena) como rocosas, fueron excavadas continuamente por las olas. Un poco por encima del nivel medio de la superficie, se formaron entrantes, que luego se ampliaron hasta dar lugar a embocaduras o grutas. Con el paso del tiempo, se perfilaron los acantilados, que son paredes verticales o incluso inclinadas sobre el mar producidas por este efecto erosivo. Por el continuo socavamiento de la roca, se formó una plataforma de erosión con perfil de disco, cubierta de sedimentos mas blandos, lo que dio lugar a playas de arena.
SUELO:
La provincia, en general, se caracteriza por la uniformidad de su relieve llano, sólo interrumpido al Sur por la presencia de dos sistemas serranos, el de Tandilia y el de Ventania. La llanura pampeana, de la que forma parte, tiene su origen en la acumulación de sedimentos sobre bloques precámbricos hundidos a diferentes profundidades, lo cual se refleja en su relieve superficial. Al norte del río Salado, se extiende un sector mas elevado, denominado Pampa ondulada; en el centro la cuenca del río Salado, forma un relieve bajo reconocido como la Pampa deprimida, sujeta a inundaciones periódicas en los años más húmedos. La zona de Mar del Plata ya es mas elevada. Sus fértiles suelos obedecen al estrato de loess (sedimentos eólicos) que se encuentra superficialmente.
CLIMA:
El clima es templado, con temperaturas anuales cuyo promedio es de 15º C y lluvias regularmente repartidas en el año, con un promedio de 500/600 mm, debido a que la región está expuesta a los vientos húmedos del Atlántico.
VEGETACIÓN:
La vegetación
consiste en una pradera graminosa,
originalmente sin árboles. Las especies arbóreas que hay en la actualidad, son
producto de la forestación efectuada por el hombre.
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